Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Oraciones Franciscanas tradicionales

Una de las partes más significativas de ser franciscana son nuestras oraciones especiales e únicas. Nuestras oraciones son sencillas y originales, están profundamente enraizadas en la Sagrada Escritura y en la Liturgia, y son fáciles de memorizar.

Estas oraciones nos mantienen coñectadas a nuestra herencia franciscana al tiempo, que nos recuerdan la importancia de vivir nuestra fe cristiana en el presente.

Generaciones de seguidores de San Francisco han utilizado éstas oraciones en la oración individual y comunitaria.

Sea, cual sea la forma en que reces, te invitamos a que te unas a nosotros para rezar estas oraciones tan especiales.

Nuestras oraciones

Oración por la paz de San Francisco

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.

Donde haya odio, déjame traer amor.

Donde haya ofensa, permítame traer el perdón.

Donde haya discordia, déjame traer unión.

Donde haya error, déjame traer la verdad.

Donde haya duda, déjame llevar fe.

Donde haya desesperación, déjame traer esperanza.

Donde haya oscuridad, déjame traer tu luz.

Donde haya tristeza, déjame traer alegría.

Oh Maestro, no me dejes buscar tanto
ser consolado como consolar,
ser entendido como entender,
ser amado como amar,
porque es en dar que se recibe,
es en el olvido de uno mismo que se encuentra,
es perdonando que uno es perdonado,
es muriendo que se resucita a la vida eterna

Most High Glorious God,
enlighten the darkness of my heart, 
and give me true faith, certain hope,
and perfect charity,
sense and knowledge, lord,
that I may carry out your Holy and true command.

San Buenaventura

Medita constantemente en los misterios de la cruz.

Y las agonías de su madre
De pie al pie de la cruz
Ora y mantente siempre alerta,
Oremos a Dios
Uno para el otro
Porque llevando
Las cargas de caridad de los demás de esta manera
Cumpliremos fácilmente la ley de Cristo.

Oración de Santa Clara

¡Pon tu mente ante el espejo de la eternidad!

¡Coloca tu alma en el resplandor de la gloria!

¡Coloca tu corazón en la figura Sustancia divina!

Y transforma todo tu ser en la imagen de la Deidad misma a través de la contemplación.

Dios altísimo y glorioso, ilumina las tinieblas de mi corazón, y dame Señor, una fe correcta, una cierta esperanza, una caridad perfecta, sentido y conocimiento, para que pueda realizar Tu santo y verdadero mandamiento

Oración al entrar a la iglesia / Antes de la cruz

Te adoramos, Señor Jesucristo, aquí y en todas tus Iglesias en todo el mundo, y te bendecimos, porque con tu santa cruz has redimido al mundo. Amén

Oración ante la Cruz

Altísimo Dios glorioso, ilumina las tinieblas de mi corazón.

Dame fe recta, esperanza segura y perfecta caridad.

Lléname de entendimiento y conocimiento para que pueda cumplir tu mandato.

La oración ante la Cruz de San Damián es una de las primeras oraciones de San Francisco, que han llegado hasta nosotros. Expresa el deseo profundo del corazón de san Francisco, su búsqueda de la voluntad de Dios. Es una oración de discernimiento.

Los primeros biógrafos, como Tomás de Celano y Buenaventura, confirman que los primeros años de la vida de Francisco estuvieron marcados por la lucha, por discernir la voluntad de Dios. Estudiosos franciscanos como Regis J. Amstrong afirman, que "ésta oración puede haber estado influida por la oración inicial de la liturgia eucarística".

Como se trata de una oración litúrgica, Francisco la hizo suya adornándola con pasajes bíblicos. Los versículos 1 y 2 parecen ser una ampliación del Salmo 18:23. "Yahvé, tú mismo eres mi lámpara, mi Dios ilumina mis tinieblas". La petición de ser iluminado, es una referencia a su deseo, de conocer y hacer sólo lo que es agradable al Señor Dios.

Esta oración nos da una idea de la experiencia religiosa y de la espiritualidad de Francisco, que siempre implica una fuerte tensión entre el saber y el comprender, porque del saber nace el amor e incluso las experiencias místicas, y Francisco sabe, que éste es el único don de la gracia.

El conocimiento nunca pretende de conocer por conocer; por eso la petición de iluminación interior, la razón y el conocimiento, se orientan en Francisco directamente a la realización consciente del proyecto vocacional, que Dios tenía para él (cf. Carlo Paolazzi, edición crítica p. 34).

Por tanto, recomiendo ésta oración a todos los que buscan una vocación o dudan de ella, porque Dios, que iluminó a Francisco, seguramente os sacará de las tinieblas para llevaros a su luz maravillosa.  

Un saludo a la Santísima Virgen María por San Francisco de Asís

Salve, oh señora, Santa Reina, María, santa Madre de Dios,
que son la Virgen hecha Iglesia,
elegido por el Santísimo Padre celestial
a quien consagró con su santísimo Hijo amado
y con el Espíritu Santo, el Paráclito,
en quien hubo y hay toda plenitud de gracia y todo bien.

¡Salve su palacio!
¡Salve, tabernáculo suyo!
¡Salve su morada!
¡Salve su manto!
¡Salve, siervo suyo!
Dios te salve, madre.

Y salve, santas virtudes
que se derraman en el corazón de los fieles
por la gracia y la iluminación del Espíritu Santo,
que de ser incrédulos,
Puedes hacerlos fieles a Dios.

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.